“Compárate con quién eras ayer, no con quién otra persona es hoy”, Jordan Peterson

Jordan Peterson tiene algo en común con Paulo Coelho, del que os hablé la semana pasada: ambos despiertan sentimientos encontrados entre sus lectores. En el caso de Peterson, hablamos de un psicólogo clínico, crítico cultural y profesor de psicología canadiense que se ha transformado de la noche a la mañana en una superestrella. Y es tan amado por unos, como odiado por otros tantos.

Hasta hace relativamente poco, Jordan Peterson era un auténtico desconocido. Ahora, su libro 12 Reglas para Vivir lleva casi 40 semanas en la lista de libros más leídos y más vendidos de Amazon, su canal de Youtube suma millones de suscriptores y Peterson tiene más compromisos de los que cualquier ser humano podría manejar.

Si en vez de leer el post preferís ver la reseña en vídeo, os dejo aquí el enlace a mi canal de Youtube, donde la podéis ver. Si preferís seguir leyendo, podéis saltaros el vídeo.

Jordan Peterson saltó a la fama cuando públicamente se negó a usar los nuevos pronombres impuestos por una nueva ley aprobada en Canadá (tenéis la historia aquí). Ahí la publicidad le llegó de forma gratuita y su fama empezó a crecer como la espuma.

Un libro controvertido

12 Reglas para Vivir es el segundo libro de Jordan Peterson, tras Maps of Meaning, lanzado en 1999 y de tinte mucho más académico. En este caso, nos encontramos ante un libro que nace de una pregunta en la web Quora, en la que cualquiera puede preguntar o responder preguntas que los usuarios lanzan.

Allí, un usuario preguntó “¿Cuáles son las cosas más valiosas que todo el mundo debería saber?”. A lo que Peterson respondió de forma más que detallada con una lista. Su respuesta se convirtió en viral y le proporcionó un acuerdo editorial para publicar 12 Reglas para Vivir.

Os tengo que decir que, personalmente, no he descubierto América con este libro. Jordan Peterson no nos da claves nunca antes comentadas. Pero sí que es cierto que la reacción que ha tenido su libro me da que pensar. Quizás queremos vivir bien, pero no sabemos cómo, aunque sea obvio.

Separar el trigo de la paja

La mayoría de las reglas del libro forman un buen conjunto de consejos: Deja de preocuparte por el resto del mundo y sus problemas si tu vida está hecha una pena. No te relaciones con gente que te dañe y te arrastre hacia abajo. Di la verdad y no mientas por ninguna razón. Celebra la alegría de la vida en los demás, especialmente en los niños, mientras exploran el mundo que los rodea.

No creo que sea necesario hacer una lista de las doce reglas, básicamente porque Jordan Peterson cubre una regla por capítulo y creo que merece la pena darle una oportunidad al libro. Pero sí que es cierto que hay que saber separar el trigo de la paja.

Hay mucha información valiosa a lo largo de las más de 400 páginas que tiene el libro, pero hay que intentar quedarse con lo que nos interesa y dejar en el libro muchas de las cosas que Peterson dice. Porque aunque hubiera reducido el libro a la mitad, seguramente tendría el mismo sentido.

Otro de los puntos que no me ha terminado de gustar del libro es la constante cita a la Biblia que hace Peterson. Entiendo que es un texto útil y que sirve como ejemplo en muchas ocasiones. Pero me parece excesiva la utilización constante de la Biblia como ejemplo.

Existen muchos otros textos antiguos en los que apoyarse para ejemplificar las reglas que quiere explicar, pero parece que a Jordan Peterson le hicieron un descuento en Amazon comprando el libro y lo quiso rentabilizar.

Conclusión

12 Reglas para Vivir es el ejemplo perfecto de libro que debemos leer para comprender. Porque cada uno tenemos una forma de pensar, de actuar y de reaccionar. Y este libro nos afectará de maneras muy distintas, dependiendo de cómo lo afrontemos.

Peterson comunica sus ideales con cuidado, de forma clara y correcta y es un maestro de la retórica (lo podéis ver en cualquier entrevista de las que ha dado, sobre todo las polémicas que encontraréis por todas partes online). Sabe perfectamente como mantener la calma cuando le atacan y es un ejemplo de comunicación contra cultural. Por eso me parece alguien realmente interesante, por lo menos de lejos.

Creo que su mensaje es válido y que tiene cosas realmente interesantes de las que aprender, pero también pienso que su mensaje hay que ponerlo en cuarentena. Debemos aprender a ser críticos y a ver las cosas con perspectiva. Porque no hay peor ciego que el que no quiere ver.

Este libro lo tenéis tanto en español como en inglés. Os dejo por aquí ambos enlaces, por si le queréis dar una oportunidad a este controvertido título.