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Es curioso que, muchos de los libros que estoy leyendo, se publicaron hace ya bastante tiempo. Aún así, y quitando algún ejemplo que queda un poco obsoleto, la mayoría de esos títulos siguen siendo válidos para aplicar hoy en día. Como es el caso de El Millonario de la Puerta de al Lado, escrito por Thomas J. Stanley y William D. Danko.

Publicado originalmente en 1996, el título fue actualizado y republicado en 2010, por lo que en este caso, sí que se ha hecho un pequeño lavado de cara a todo el texto. Para muchos, este libro es de lectura obligatoria si se quiere entender cómo funcionan las finanzas personales. En mi caso, es un libro que me ha parecido interesante, pero ni mucho menos imprescindible para gestionar bien mi dinero.

El objetivo de El Millonario de la Puerta de al Lado no es, ni mucho menos, explicar “cómo convertirte en millonario”, sino que es más bien una recopilación de observaciones sobre cómo los pensamientos y las acciones de millonarios hechos a sí mismos difieren de los del trabajador de clase media. La base del contenido del libro es una investigación de veinte años de más de 1.000 millonarios reales, a partir de la que los autores han conseguido extraer las claves para saber cómo construir un considerable patrimonio neto.

 

Los millonarios piensan y actúan diferente

Las conclusiones que los autores sacan de las respuestas de las encuestas enfrentan ideas preconcebidas sobre lo que significa convertirse en una persona rica. En concreto, la mayoría de gente asume que ser millonario significa tener suficiente dinero para no preocuparse nunca más de lo mucho que se gasta y que las claves para convertirse en rico están en:

  • Heredar ese dinero de padres o parientes de éxito
  • Sacarse títulos en las mejores universidades
  • Ser más listo o inteligente que el resto

Una vez analizados los resultados de su estudio, los autores explican que, en realidad, la mayoría de millonarios viven por debajo de sus posibilidades y que planean cuidadosamente sus gastos. De este modo, las claves para convertirse en rico están más en la línea de:

  • Aplicar una sólida ética del trabajo
  • Aplicar consistentes hábitos de ahorro a largo
  • Tener una autodisciplina duradera de gastar menos de lo que se gana e invertir la diferencia

Después de explicar las diferencias entre lo que se piensa y lo que realmente hay detrás de los millonarios analizados en el estudio, los autores describen con detalle, con ejemplos y análisis, las siete características que los millonarios tienen en común:

  1. Tienen estilos de vida conservadores.
  2. Son eficientes en la asignación de recursos (tiempo, dinero, energía).
  3. Consideran como mayor prioridad la libertad financiera, por encima del estatus social.
  4. Consiguieron estar donde están por su propio esfuerzo, sin ayuda significativa de sus padres.
  5. Enseñan a los miembros de su familia a ser económicamente autosuficientes.
  6. Se centran en oportunidades en mercados emergentes.
  7. Eligen una ocupación en la que pueden convertirse en trabajadores autónomos.

Teniendo en cuenta las siete características de los millonarios que formaron parte del estudio, los descubrimientos de Stanley y Danko giran entorno a tres temas principales:

  1. Vivir por debajo de tus posibilidades
  2. Elegir una pareja con valores similares
  3. Centrar tiempo y energía en acumular riqueza

1. Vivir por debajo de tus posibilidades

Es el típico consejo de abuela cebolleta, que hemos oído hasta aburrirnos y que, de lo simple que es, parece que no puede ser verdad. En el caso de El Millonario de la Puerta de al Lado, sus autores dan ejemplos de cómo seguir ese consejo:

  • Comprar coches baratos, pero que sean fiables y tenerlos durante años
  • Controlar los gastos de la casa
  • Comprar marcas de valor para la ropa y los accesorios

“Si no eres rico, pero quieres serlo algún día, nunca compres una casa con una hipoteca que sea más del doble de los ingresos totales anuales de tu hogar”

Además de esos ejemplos, Stanley y Danko ofrecen una fórmula para medir qué tal nos va en eso de acumular riqueza. En mi caso, después de hacer números, un poco más y no me tiro por la ventana. Eso sí, el resultado de la fórmula me ayuda mucho cada vez que intento entrar en una tienda de ropa para comprar algo que no necesito, así que, utilidad tiene.

([ingresos antes de impuestos] x [tu edad]) / 10 = cuál debería ser ahora mismo tu patrimonio neto

2. Elegir una pareja con valores similares

Una de las cosas que más repiten Stanley y Danko durante todo el libro es que un hogar funciona como una unidad, con los miembros de ese hogar teniendo responsabilidades en distintas áreas: ganar, gastar, invertir y mantener. Si uno de los miembros no está ejerciendo su función, no importa lo buenas que sean sus intenciones, pero la acumulación de riqueza se convierte en algo mucho más duro.

Si nuestra pareja quiere el Palacio de Marivent, el Ferrari en la puerta y la villa privada en Maldivas y eso no encaja en nuestro plan para estar cómodos a nivel financiero, significa que estaremos escogiendo a esa persona por encima de nuestra paz financiera. También significa que esa persona está escogiendo tener cosas por encima de una comodidad financiera y, posiblemente, de una relación a largo plazo.

3. Centrar tiempo y energía en acumular riqueza

Atraemos todo aquello en lo que nos centramos y El Millonario de la Puerta de al Lado está lleno de ejemplos que dan mucho más valor a esta frase. Los hogares millonarios saben:

  • Cuánto tienen
  • Cuánto ganan
  • Cuánto gastan (este es quizás el más importante de los tres)

Mientras la mayoría de nosotros se preocupa por si “tenemos suficiente” para ir tirando, los hogares millonarios están centrados en lo que necesitan para tener éxito. Concentran su tiempo y energía en estar bien informados sobre todos los aspectos de sus finanzas y establecen y alcanzan metas relacionadas con el dinero, tanto en el trabajo como en casa.

Si bien es cierto que el libro es interesante, aunque sea antiguo, hay una cosa que me ha tirado para atrás durante toda la lectura: los autores se han centrado, casi en exclusiva, en familias millonarias y han excluido totalmente los hogares con un solo miembro. Además, en la mayoría de los casos, también se han centrado en el hombre como el principal miembro de la familia que aporta el dinero y han dejado a la pareja como la compradora / gestora del hogar.

No digo que el enfoque sea incorrecto, porque si eso es lo que han encontrado en sus investigaciones, así tienen que explicarlo (además, teniendo en cuenta la época, seguramente había muchas menos mujeres que trabajaban), pero en ese caso lo que hubiera pedido es, quizás, que hubieran especificado esto en el título del libro.

Lo que me gusta de este libro:

 

  • Claves fáciles de comprender
  • Cualquiera puede aplicar lo aprendido
  • Ejemplos curiosos que, en algunos casos,
    sorprenden

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