“El punto de partida de todos los logros es el deseo. Mantén esto constantemente en mente. El deseo débil produce resultados débiles, del mismo modo que un fuego pequeño produce una pequeña cantidad de calor”.

Napoleon Hill y yo no hemos empezado con buen pie. Y no será porque no lo he intentado. Pero es que casi 300 páginas después, mi vida no ha dado un vuelco y mi cuenta bancaria no ha pasado de dos cifras a seis, así que tened clara una cosa: Piense y Hágase Rico no os cambiará la vida. O, por lo menos, a mi no me la ha cambiado excesivamente.

A ver, no me entendáis mal: no espero que tras leer un libro, de la noche a la mañana, mi vida y mi cuenta bancaria se transformen. Pero sí que es cierto que, con otros títulos de los que ya os he hablado en el blog, he evolucionado, he modificado hábitos y me he replanteado muchas de las cosas que consideraba casi como dogmas de vida.

Si en vez de leer el post preferís ver la reseña en vídeo, os dejo aquí el enlace a mi canal de Youtube, donde la podéis ver. Si preferís seguir leyendo, podéis saltaros el vídeo.

Con este no me ha pasado lo mismo. Piense y Hágase Rico es un libro útil y del que sí que se puede extraer una conclusión: la respuesta a todas nuestras preguntas ya está en nuestra cabeza. Este título ejerce de amplificador de lo que ya creemos y valoramos y nos habla de la confianza que hace falta para llegar donde nosotros queremos. Es por eso que, cada persona que lo lea, sacará sus propias conclusiones.

Hill describe, a través de cada capítulo, los pasos a seguir para hacerse rico. O para conseguir alcanzar cualquier otra cosa difícil de lograr en la vida en general. Pero antes de entrar en materia, el autor dedica un capítulo inicial a una serie de anécdotas en las que los pensamientos de una persona dan como resultado efectos en el mundo real, de distintas formas, pero en ningún caso habla en el sentido de una nueva idea brillante. Al contrario, el enfoque de estos ejemplos es el de la determinación y el deseo, atributos que casi todo el mundo puede tener.

Paso 1: Deseo

Teniendo en cuenta el capítulo inicial, muchos pueden pensar que el primer paso en el camino hacia la riqueza es simplemente querer ser rico. Pero Napoleon Hill lo deja claro rápido: el deseo profundo es un objetivo. Se debe definir ese objetivo claramente y entonces trazar un plan para llegar a él. En resumen: ¿Queremos conseguir una cantidad de dinero concreta? ¿Queremos conseguir un trabajo específico? Entonces debemos definir ese objetivo que nos hemos marcado y decidir cómo vamos a llegar hasta él. No basta con tener un deseo, sino que hay que trazar un plan para conseguirlo.

Paso 2: Fe

Tranquilos, que este paso no incluye entrar en iglesias, comulgar o rezar cuatro Ave Marías cada día. Por fe, el autor se refiere a la creencia de que el futuro tiene mejores cosas para todos reservadas. Si nos tomamos en serio esta afirmación, o cualquier otra creencia mayor que tengamos, entonces tenemos más probabilidades de que el futuro incluya esas creencias. ¿Por qué? Porque están constantemente en nuestra mente, por lo que prestamos más atención a los factores que harán que sucedan.

Paso 3: Autosugestión

Hay capítulos del libro con los que estoy más de acuerdo que con otros y con los que, según iba leyendo, cambiaba mi percepción y este es un gran ejemplo. Empecé pensando que el paso de la autosugestión era simplemente algo que no utilizaría nunca, un paso innecesario. Pero conforme avanzaba en la lectura me di cuenta de que, en realidad, ya estaba utilizando muchas de las ideas que se incluyen en él.

Básicamente, este paso consiste en repetir nuestro plan de éxito para nosotros mismos. ¿Por qué? Porque si seguimos repitiéndonos nuestro plan, tenemos más posibilidades de que se haga realidad, ya que al incorporar un pensamiento profundamente dentro de nosotros, aumentamos la probabilidad de que ese pensamiento aparezca en el momento adecuado, cuando lo necesitemos. La repetición es la clave.

Paso 4: Conocimiento especializado

En este paso, Hill no se refiere a tener que sacarnos una carrera y luego un postgrado y luego un MBA. En este caso, el autor habla de que tener una educación es realmente importante, pero que no importa el tipo de educación. Podemos hablar desde una educación superior, hasta simplemente una educación obtenida a través de un mentor o de una persona que nos guíe.
Incluso teniendo una sólida educación, de estudios superiores, el encontrar un mentor es realmente útil para descubrir cómo tener éxito en un área determinada de la vida.

Paso 5: Imaginación

Otro de los pasos clave en este proceso es el de la imaginación o capacidad de transformar una idea vaga y convertirla en algo concreto. Hay muchas personas que tienen verdaderos problemas con este paso: ven el objetivo, ven dónde están ahora, pero son incapaces de conectar los dos puntos y construir un camino que les lleve hasta donde quieren llegar.

Pero hay una forma más sencilla de plantearse este tipo de problemas: descomponerlos en trocitos más pequeños. Sólo hay que centrarse en el siguiente paso, luego el siguiente, luego el siguiente y así hasta llegar a la meta. Es mucho más sencillo plantearse un gran reto a partir de varios pequeños pasos, que directamente del punto de partida al de llegada.

Paso 6: Planificación organizada

Este es, quizás, uno de los pasos más elaborados del proceso. Y uno de los que Hill explica en mayor profundidad y que realmente justifican, en gran medida, que el libro se pueda recomendar 80 años después de haber sido publicado.

El paso 6 es, básicamente, un recordatorio de que, al final, los sueños que queremos cumplir sí requieren de un gran esfuerzo y trabajo. Que una buena mentalidad ayuda mucho, eso sin duda, pero planificar de forma efectiva y trabajar duro son dos básicos para que esa fórmula funcione.

Hill nos habla de un proceso que implica varios pasos: el primero de todo es rodearse de un equipo de apoyo, de personas que tengan conocimiento de cómo llegar donde nosotros queremos, pero que además se preocupen por ayudarnos. En segundo lugar, debemos escribir un buen currículum, con el objetivo de conseguir el trabajo que necesitamos para comenzar nuestro camino hacia el éxito. El tercer paso de este proceso es el de hacer el trabajo bien, algo que es bastante obvio, pero que no todo el mundo está dispuesto a cumplir. Finalmente, el autor recuerda que hay que practicar el liderazgo.

Paso 7: Decisión

Hay que aprender a tomar decisiones. No se puede delegar una decisión a otras personas y no se pueden retrasar las decisiones. Está bien reunir toda la información que necesitemos, pero cuando llega el momento de tomar una decisión, hay que hacerlo.

Este paso es, quizás, el más importante para convertirse en una persona de éxito, en una persona que la gente seguirá y de la que otra gente dependerá. Hay que ser decisivo: proponer una decisión y quedarse con ella.

Paso 8: Persistencia

La mayoría de personas se dan por vencidas la primera vez que reciben un golpe, pero si leéis cualquier biografía de un gran líder o de una persona de éxito, veréis que todos y cada uno de ellos recibió muchísimos golpes y, muchas veces, uno detrás de otro. Pero eso no les impidió continuar y volverlo a intentar hasta tener éxito.

Políticos, hombres y mujeres de negocios, deportistas…todos ellos tuvieron que ser persistentes y no permitir que los tropiezos les hicieran tirar la toalla. Tenían un objetivo en mente y ese objetivo siempre fue mucho más importante y más fuerte que cualquier obstáculo que se les pusiera delante.

No debemos dejar que los pequeños baches en el camino nos impidan seguir caminando, incluso si parecen enormes obstáculos que nos van a suponer un enorme desafío. Hay que seguir siempre adelante, porque lo que hay detrás de ese bache es mucho más grande y, una vez estemos al otro lado, seguro que vemos el obstáculo como algo mucho más pequeño de lo que parecía antes de superarlo.

Paso 9: El Poder de los Genios

¿Recordáis en el paso 6 la recomendación de rodearse de personas inteligentes que tenían las herramientas para ayudarnos a llegar a nuestros objetivos? Pues este paso es básicamente eso: ser capaces de elegir a personas con mentes brillantes por sus ideas.

Este grupo de personas debería incluir a cuántas más personas inteligentes mejor y deberíamos ser capaces de confiar lo suficiente en ellas para compartir nuestras ideas. En resumen: encuentra a las personas más inteligentes en tu vida en las que confíes y utilízalas para ayudarte a pensar en tus planes.

Paso 10: El Misterio de la Transmutación Sexual

Este paso es uno de los más surrealistas del libro, por llamarlo de alguna forma. Según Hill, debemos aprovechar nuestro impulso sexual para conducirnos al éxito. En el libro, el autor ofrece varios consejos sobre cómo hacerlo, pero no creo que sea un paso que, por lo menos a mi, me aporte especialmente.

Sin tener en cuenta la vida sexual de nadie, creo que el apoyo de una pareja o de un familiar cercano en cualquier proyecto o meta que tengamos en la vida es fundamental. Y en muchos casos, ese apoyo es el estímulo final que hace falta para empujarnos del todo a tomar ciertos caminos. Así que, por mi parte, la vida sexual de cada uno, puede quedarse donde está.

Paso 11: El Subconsciente

El subconsciente aperece en muchos de los libros que he leído como algo realmente importante, a la hora de querer cambiar de vida. Y en el caso de Piense y Hágase Rico, no iba a ser menos. Aunque no sea hasta el paso 11.

Hill explica que cada vez que pensemos en un pensamiento negativo sobre nuestros sueños, debemos recordar inmediatamente y de forma contundente, que no sólo es una pérdida de tiempo, sino que de ese modo estamos alejando el sueño de nuestro alcance.

En vez de permitir al pensamiento negativo establecerse en nuestra mente, tenemos que hacer el esfuerzo de pensar de manera positiva acerca de nuestro plan, entrenando a la mente para que no genere pensamientos negativos acerca de lograr lo que queremos.

Paso 12: El Cerebro

La idea básica de este paso es que debemos fijarnos en las señales no verbales que las personas envían en su día a día sobre lo que están pensando, porque eso puede reportarnos muchos beneficios. A veces, captar esas señales supone un esfuerzo extra, pero aprender a verlas y utilizarlas en nuestro favor es mucho más beneficioso.

Paso 13: El Sexto Sentido

Las buenas ideas llegan, normalmente, cuando menos lo esperamos. Y ese sería el objetivo del paso 13: relajarse, cerrar los ojos y dejar que los pensamientos vayan y vengan. Sí, la clave de este paso sería meditar: aprender a vaciar la mente para llenarla de buenas ideas. Parece algo sencillo, pero personalmente es el paso que quizás más me cuesta. Lo de dejar que los pensamientos vuelen es algo que todavía no consigo del todo, pero sí que es verdad que con practica, la cosa mejora.

Los Seis Miedos

Una vez explicados todos los pasos, Hill descibre los que, según él, son los seis miedos principales que evitan que seamos exitosos. Estos miedos son la pobreza, la crítica, la mala salud, el amor perdido, la vejez y la muerte.

Si dejamos que alguno de estos miedos guíe nuestra vida constantemente, entonces no podremos alcanzar nuestros sueños. Teniendo en cuenta que hay partes del libro que me han parecido algo surrealistas y poco reales, en este caso sí que creo que Hill tiene razón. Su planteamiento sobre los miedos es realmente interesante y creo que deberíamos ser mucho más conscientes de ello.

Piense y Hágase Rico es un libro que puede impactar de una forma totalmente distinta, dependiendo de quién lo lea y en qué momento lo haga. Realmente creo que es un título totalmente subjetivo y que se le puede sacar partido, dependiendo de cómo lo afrontemos desde un primer momento. Porque, como dice Hill: “nos negamos a creer lo que no entendemos“.

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