Suspendí filosofía. Sí: hice el Bachillerato Humanístico (que ahora ya no sé ni si se llama así) y cuando llegó la hora de hacer el examen de filosofía de la Selectividad no las tenía todas conmigo. Cuando me dieron las notas, la cosa se confirmó: 2,75/10. Desde entonces, tengo a Platón y su mito de la caverna grabados en la mente.

Es por eso que, cuando decidí leer Meditaciones, de Marco Aurelio, el libro en sí me dio bastante respeto. Conocía la historia que hay detrás y un poco la biografía del emperador romano que también era filósofo, pero realmente no sabía con qué me iba a encontrar.

Algo más de 300 páginas después, puedo decir que Meditaciones es un libro para leer con conocimiento, sin prisa y reflexionando sobre cada principio que Marco Aurelio describe. Es un título lleno de consejos, reflexiones, ejercicios, meditaciones profundas y aforismos que no se han visto afectados por el paso del tiempo y que, en su día, fueron escritos por el emperador para darse consuelo personal y ánimo.

Lo que quizás menos imaginó Marco Aurelio es que sus Meditaciones acabarían siendo uno de los libros más consultados por pensadores, políticos y lectores de todo el mundo, durante cientos de años.

Es por eso que prefiero que seáis vosotros los que descubráis este título de forma individual y personal, porque creo que cada persona encontrará unas enseñanzas distintas al leerlo. Igual que cuando yo vuelva a leerlo: estoy convencida de que me sorprenderá de una forma totalmente diferente a la que lo ha hecho esta primera vez.

Meditaciones no es un libro para leer de principio a fin, como si fuera una novela. Este título es un conjunto de reflexiones, por lo que creo que es mejor que lo leáis de forma pausada, sin prisa y sin querer terminarlo ya (esto os lo dice la reina de la paciencia, así que mejor que me hagáis caso, aunque sólo sea esta vez).

Para que os hagáis una idea de a qué tipo de libro os enfrentáis, he decidido hacer una selección de algunas de las reflexiones. La mayoría de ellas están centradas en dos o tres ideas: el constante estudio de uno mismo para mantenerse en paz, el absurdo de buscar la gloria, la fama o la fortuna y la fugacidad de la existencia.

5 consejos de Marco Aurelio con los que reflexionar sobre la vida

La vida de un hombre es lo que sus pensamientos hacen de ella.

Es una de las reflexiones que más me ha gustado de todo el libro, porque la vida que tengamos dependerá en su mayoría de nuestra mente. La actitud frente a la vida es muy importante y la forma en la que miramos las cosas también, por eso es básico recordarlo e intentar siempre tener una visión positiva. A veces nos ocurrirán cosas buenas y a veces cosas malas, porque la vida es así, pero lo que determinará cómo viviremos nuestra vida siempre serán nuestros pensamientos.

Nunca discutas con un superior. Corres el riesgo de tener razón.

Esta es una verdad como un templo. Porque, cuando discutimos con alguien y sabemos que tenemos razón, la batalla está perdida de antemano. Es muy poco probable que alguien agradezca que le demostremos que está equivocado. Es mucho más habitual que, en el momento en el que demostramos que tenemos razón y esa persona lo sepa, desconecte de la conversación y termine resentida.

Acuérdate en adelante, cada vez que algo te haga estar triste, de recurrir a esta máxima: la adversidad no es una desgracia, antes bien, el sufrirla con grandeza de ánimo es una dicha.

Esta reflexión se repite más que el ajo en muchísimos libros de desarrollo personal. Y se repite tanto, porque es muy cierta: hay que quedarse con lo positivo de las cosas que nos pasan, porque si somos capaces de hacerlo y pasar por ese mal trago sin debilidad, con fuerza, habremos conseguido convertir esa circunstancia mala en algo bueno. Nuestro carácter evolucionará de una forma extraordinaria y conseguiremos avanzar y conocernos mucho mejor.

Recuerdo a los hombres famosos del pasado: Alejandro, Pompeyo, Julio César, Sócrates, y tantos otros; y me pregunto: Ahora ¿dónde están? ¡Cuánto han luchado, para luego morir y volverse tierra…! La vida no es sino un río de cosas que pasan y se pierden. Veo una cosa por un instante, y ya pasó; y otras y otras pasarán… Pronto me llegará la orden: -Te has embarcado; has navegado; has llegado; desembarca…

Da igual quién seamos, no importa lo que hagamos durante toda nuestra vida o lo poderosos que podamos llegar a ser, porque todos moriremos al final. Y en ese momento, todas las personas pasan a ser iguales. Steve Jobs, la vecina de mi abuela, el director del banco al que he ido toda la vida, el Presidente del Gobierno…todos terminaremos siendo lo mismo: cadáveres.

Sé que suena realmente mal, pero es la verdad: debemos aceptar esto para darnos cuenta de que todo lo que deseamos en la vida, todas las metas y objetivos, tienen una importancia relativa. No hay nada que nos pueda afectar demasiado, porque al final, será algo temporal.

Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho. Todo lo que vemos es una perspectiva, no es la verdad.

Lo que creemos, lo que conocemos, las experiencias que hemos vivido…todo ello contribuye a formar nuestra visión de la realidad. Es por eso que debemos aceptar que todo lo que vemos es una perspectiva. No hay forma de conocer al 100% la realidad. Sólo podemos ver nuestra visión de esa realidad.

Esta última reflexión me va como anillo al dedo para recomendaros a todos el libro. Pese a la nota que le he puesto, creo que Meditaciones es un libro realmente interesante y en el que, cada persona que lo lea, encontrará reflexiones totalmente distintas. Aunque las palabras son las mismas, nuestra perspectiva de la realidad convierte esas frases en pensamientos diferentes. Porque todo lo que vemos, y leemos, es una perspectiva.

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