Arianna Huffington es de esas personas que había visto muchísimas veces en televisión y medios de comunicación, pero de la que no sabía mucho. Me despertaba mucha curiosidad y más todavía cuando fundó el Huffington Post a las 52 años. Como periodista, ese hecho hizo que le figura de esta mujer se convirtiera en foco de atención y que prestara algo más de atención a lo que tenía que decir.

Más allá de la curiosidad que sentí entonces, Huffington se quedó en un rincón de mi mente, convirtiéndose en una más de una larga lista de personas conocidas que me llamaban la atención por algo que habían hecho (que conste que, en este caso, no hablo de famosos o farándula).

Quién me iba a decir a mi que, en el momento en el que decidí empezar el blog, Huffington volvería y se convertiría en parte de este proyecto. Y, además, con una calificación como la que he decidido darle a su libro.

Sin duda, On Becoming Fearless es un libro que toda mujer necesita tener. Por lo que dice, por cómo lo dice y por quién la acompaña en sus páginas. Si hace unas semanas os recomendaba el libro de Chimamanda Ngozi Adichie, hoy sumo a esa lista el libro de Arianna Huffington.

 

 

Tal y como se puede entender al leer el título del libro, On Becoming Fearless construye su historia gracias al miedo. Al miedo que tenemos las mujeres a nuestro cuerpo, al amor, a ser madres, al trabajo, al dinero, a envejecer, a la muerte, a ejercer una posición de liderazgo…a toda una larga lista que Huffington ataca directamente y a través de las palabras de otras mujeres que colaboran en el libro dando su propia versión de cómo no tener miedo. O por lo menos, cómo tener miedo, pero avanzar y evolucionar sin que nos paralice.

¿Cuál era el objetivo de Arianna Huffington al escribir este libro? Construir una guía sobre audacia femenina para sus dos hijas, para que pudieran madurar y crecer sabiendo cómo alcanzar ese objetivo sin dejarse influir por lo que el resto del mundo tuviera que decir al respecto. Porque, como ella misma dice: “El miedo es universal. Toca a todo el mundo, pero claramente no detiene a todo el mundo”.

Ese es el objetivo principal: saber que el miedo es parte de la vida, es algo que todos experimentamos, pero no dejar que ese mismo miedo nos detenga para conseguir lo que queramos y para vivir de la forma en que decidamos hacerlo. Al final, nosotros somos los que nos saboteamos la mayoría de las veces y es por eso que hay que recordar una idea que Huffington destaca: “Ni siquiera nuestros peores enemigos hablan de nosotros de la forma en la que hablamos nosotros mismos”.

Uno de los miedos que más me interesó es el del trabajo, el de convertirnos en figuras líderes. Es un capítulo realmente interesante para cualquier mujer, porque es un hecho que en el lugar de trabajo estamos en desventaja y que culturalmente se nos ha inculcado la idea de que la feminidad no debería incluir ambición.

En este caso no sólo habla del miedo al fracaso, que al final pueden tenerlo hombres y mujeres por igual, sino del miedo que las mujeres tenemos al éxito. Huffington sugiere que ese miedo existe porque pensamos que si tenemos demasiado éxito “perderemos la conexión con la familia y los amigos, con lo que es “real” y que los hombres se sentirán intimidados por nosotras”.

La ambición nos quita feminidad y el éxito intimida a los hombres. Esa sería la fórmula mágica que nos inocularon y que nos han hecho creer desde bien pequeñas, a lo que hay que sumar la relación que hombres y mujeres mantenemos con el dinero. Según Huffington, la fórmula es bien sencilla: “Los hombres aman a las mujeres. Los hombres aman al dinero. Pero los hombres no aman a las mujeres con dinero”.

Como veis, On Becoming Fearless ataca el miedo en cada área de forma particular, aunque en líneas generales la idea es que todos tenemos miedo, pero no debemos dejar que sea el miedo el que dirija nuestra vida. En el caso de las mujeres, es quizás más importante.

Porque aunque nos equivoquemos, aunque tomemos una decisión que luego no salga bien, aunque una relación se termine, cambiemos de trabajo o nos despidan,… somos nosotros los que prestamos más atención a ese tipo de cosas. Hay que aprender a ser valientes, a hacer las cosas pese al miedo y a salir ahí fuera porque ¿Qué tenemos que perder? ¿Qué es lo peor que nos podría pasar?

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